Los gatos son uno de más escogidos como mascotas por los humanos. Vale señalar que los felinos se caracterizan por ser independientes pero también necesitan cuidados de sus dueños para cuestiones relacionadas con la salud, alimentación, entre otros aspectos. Es importante señalar que estos animales no pueden comunicar sus necesidades, por ese motivo, hay que prestar atención a su comportamiento. 

En ese sentido, los dueños de los gatos deben estar atentos cuando éstos se muestren inapetentes. Surge el interrogante de cuánto es el tiempo máximo que un felino puede estar sin comer. La veterinaria, Elizabeth Welch indica sobre la capacidad de estos animales para sobrevivir sin ingerir alimentos.

Cómo evitar problemas de salud de tu mascota

La veterinaria Elizabeth Welch  señala que la capacidad de los gatos  para sobrevivir sin alimento depende en gran medida de su salud y edad. Un felino adulto sano podría sobrevivir entre una y dos semanas sin comida siempre y cuando tenga agua, pero este no es un escenario ideal y debería evitarse. El riesgo de complicaciones aumenta cuanto más tiempo pasa sin comer, y el estado general de salud del gato juega un rol fundamental en su resistencia ante la falta de nutrientes.

Cuando se trata de cachorros o gatos de edad avanzada, la recomendación es no esperar más de 24 horas sin consultar al veterinario. Ello puede provocar un rápido deterioro en su salud, debido a sus necesidades alimenticias más estrictas y sus cuerpos en desarrollo o envejecidos. Siempre es conveniente consultar con un profesional ante estos casos.

Si un gato no ingiere alimentos durante 24 horas, puede causar una disminución de energía y debilitar su sistema inmunológico, comprometiendo su capacidad de recuperación en caso de enfermedad. Después de dos a siete días sin comer, los felinos pueden desarrollar lipidosis hepática o hígado graso. Ello provoca que el hígado acumule grasa debido a la falta de nutrientes que el cuerpo intenta compensar al movilizar sus reservas de grasa. La lipidosis hepática es especialmente peligrosa y, de no ser tratada, puede ser mortal, según señalan los profesionales.