Sabemos que Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública federal, es una pieza muy importante en el equipo de la presidenta Claudia Sheinbaum. Sin embargo, a partir del 5 de noviembre, cuando Donald Trump ganó nuevamente la presidencia de Estados Unidos y amenazó con imponer aranceles del 25 % a las exportaciones mexicanas si no se detenía el tráfico de fentanilo y la “invasión” de inmigrantes, su trabajo y acciones serán estratégicos.
Antes de cualquier comentario o evaluación al respecto, vale la pena enfatizar que todos deseamos éxito en la estrategia de seguridad y construcción de la paz del nuevo gobierno, particularmente por el bien y la seguridad de las personas que viven en municipios azotados por la violencia, como Culiacán. Precisamente, el secretario de Seguridad permanecerá físicamente en esta ciudad por algún tiempo, lo cual considero una decisión pertinente.
Omar García Harfuch debe trabajar rápido y bien, y dar resultados cuantificables en materia de seguridad y combate al ciclo perverso del fentanilo. Tiene todos los recursos del Estado para entregarle resultados a la presidenta Sheinbaum y a sus negociadores con Donald Trump antes del 20 de enero.
Y para pronto es tarde. En las últimas dos semanas, en Sinaloa se han efectuado detenciones clave y decomisos históricos de fentanilo. El más importante ocurrió esta semana en el norte de Sinaloa, donde, mediante un operativo conjunto, se decomisaron 1,100 kilogramos de fentanilo, lo que equivale a 20 millones de dosis, con un valor aproximado de 400 millones de dólares en las calles.
Trump acusó recibo de los operativos en México. Muy a su estilo de comunicar, dijo que, después de la llamada telefónica con Claudia Sheinbaum, el tráfico de fentanilo había parado. Más allá de los dimes y diretes respecto al contenido de la llamada, el diálogo y la negociación están en curso.
Sin embargo, una golondrina no hace verano. Las acciones de México necesitan multiplicarse con resultados en el corto plazo. La cereza del pastel sería la captura de “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, por quien el gobierno estadounidense subió la recompensa a 15 millones de dólares.
Incluir todas las actividades relacionadas con el tráfico ilegal de fentanilo en la lista de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa apuntala el discurso y la narrativa de combate del gobierno contra esta sustancia, aunque se debe tener cuidado de no caer en excesos o montajes.
¿Estas acciones bastarán para que Trump desista de imponer aranceles a México? No lo sabemos. El presidente electo de Estados Unidos tiene su estrategia y tiempos. Lo que sí estoy seguro es que, de no hacerlo, el panorama sería más complicado.
¿Por qué no se habían hecho estos operativos antes? Ese es un misterio para la araña. O, por el contrario, está muy claro para quien quiera ver.
Eso pienso yo, ¿usted qué opina?
La política es de bronce.
POR ONEL ORTIZ FRAGOSO
ANALISTA POLÍTICO
@ONELORTIZ
MAAZ
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